martes, octubre 06, 2009

Deseos

-Quisiera mil veces decirte que te amo- dijo él con voz firme y dulce a la vez.
-Pero yo no quiero escucharte- dijo ella con una oz entre cortada.
-¿Por qué rechazar la voz, las palabras que nacen del alma, que nacen de los latidos del corazón…
-Detente pidió ella- con una lágrima en su mejilla.
-… que nacen de lo único que se puede llamar amor?-
-Tu sabes que no puedo, que para mi ahora es imposible…
-Vives en una mentira, en un engaño a ti misma…

Ella respiró profundamente. Lo único que se escuchó fue el sonido del viento moviendo las hojas secas. Él tomó aire para cargar de energía su voz y le reprochó: -Tú sabes que no sientes nada por él-, -él es muy importante en mi vida- dijo ella con una voz que más que nada buscaba convencer a quien las decía.

Él la miró directamente a los ojos y en su mirada encontró el recuerdo de aquel sueño en donde sus labios le robaban el alma con un beso. Miró sus labios y se movió solo por el impulso del deseo. La noche era gris, y en el cielo no se veía ni una sola estrella, los árboles parecían débiles, y era como si quisieran dejar caer sus ramas, el río solo daba un leve sonido de llanto e incluso el viento se detuvo; ella con delicadeza esquivó el beso.

El sintió como su alma entraba en el profundo peso de la amargura y la tristeza, como su corazón, en pocos pedazos que encierran el dolor, se destruyó; miró como sus sueños se alejaban por lo alto acompañando el pesado vuelo de las aves que migran hacia el sur. La idea de la felicidad una vez más escapaba de sus brazos; una vez más, la idea del amor, volaba libre con el viento, cada vez volaba más rápido y cada vez llegaba más lejos, y así era imposible intentar alcanzarla solo, y más difícil aún era intentarlo con la duda del pasado, lo amargo del presente y lo oscuro del futuro.

Él se sentó junto a un árbol y con la mirada al piso dijo:

Quisiera… pero no debo… decirte mil veces… pero no quieres… que te amo, que te amo y que… perdóname pero debo hacerlo… eres para mí lo que ha llevado a la realidad la idea del amor. Ella lo miró fijamente y sus ojos se llenaron de lágrimas amargas, de lágrimas de dolor. Esas palabras desgarraban su alma, destruían su espíritu, lo miró detenidamente y comenzó a correr.



* * *


Corría sin rumbo y lo único que quería era gritarle al mundo que la felicidad existe, que el amor es alcanzable, que una sonrisa es la expresión más grande de la alegría, que en un te quiero había ternura, que en un te amo existía verdad.

Corría y el sudor se mezclaba con las lágrimas en su rostro y quería creer que con esfuerzo todo se logra, que con calma todo dolor se borra, que con paciencia todo se consigue, que si luchas y buscas en el lugar preciso encontrarás la felicidad, que si esperas y no enloqueces hallarás el amor.

Sus pasos eran cada vez más lentos y pesados, pensó en detenerse, en regresar y volver a la calma del pasado… pero no podía sabía que no debía volver, que lo que había hecho era imborrable, que las lágrimas derramadas ya cayeron al suelo y se secaron, que ese dolor nada lo curaría, que ese vació que dejó nunca lo volvería a llenar. Quería encontrar en los problemas y vicisitudes ese sentido para la existencia, ese motivo para vivir, ese placer que, se dice, da el superar un problema, esa calma que da el saber que se está vivo. Quería partir su cuerpo en dos y buscar dentro de sí, dentro de cada órgano, dentro de cada víscera, la felicidad, encontrar es su espíritu la paz, en su cuerpo la salud.

Quería robarles la máscara a todos aquellos que caminan por el mundo como si todo fuese alegría, que ocultan lo que sienten, que ocultan lo que quieren, que ocultan lo que son, que mezclan su alma con falsedades vacías, que muestran felicidad.

Quería gritarle al mundo, pero la tristeza se lo impidió; el dolor enrolló su lengua al punto de impedir que el más mínimo sonido se escapase; el llanto cegaba sus ojos, y el mundo al que quería gritarle se convertía en borrosas manchas negras que lo consumían todo; la decepción la eliminó por completo, destruyó la poca esperanza que tenía en el amor, apagó la poca luz que el sueño de la felicidad prometía brindar.

La amargura de la soledad marcó su paso, marcó sus palabras, sus ideas; sabía que la felicidad es inalcanzable, que al amor no se lo encuentra. Quería rechazar la idea de que existe otra vida, porque simplemente sentía que la vida era repugnancia, sentía con fuerza el hedor de las cloacas a las que llamamos calles, la pestilencia del desinterés de la sociedad convertida en máquinas productoras y consumidoras. Nunca encontró un sentido claro a su existencia, ni a sus pensamientos, ni a su vida, menos aún a sus sentimientos. Sabía que en ese mundo ella era la única que sentía con su vida, con su corazón, con su espíritu; y a la orilla de este gran puente, lo único que sentía era tristeza, dolor, asco.

sábado, agosto 29, 2009

¿Por qué dices que no?

El corría tras ella en un espeso bosque. Solo leves rayos de luz de luna iluminaban su camino. Una y otra vez los árboles hacían desaparecer su silueta… pero él la encontraba… la encontraba detrás de una hoja, bajo la sombra de un árbol o la veía escabullirse por entre los troncos en ese espeso bosque. Muchos grillos cantaban esa noche, y el sonar del río acompañaba el caminar. Él se acercaba rápidamente, y en un instante estuvo tan cerca que casi pudo tocarla, pero solo alcanzó a aspirar su aroma.

Él sabía que ella estaba comprometida pero aún así quería mirarla de cerca, quería abrazarla, quería mirarla a los ojos, tener su mano mientras con un beso le decía que la amaba… él no solo quería llegar a sus labios… él quería llegar a su corazón.

El corría tras ella en un espeso bosque. Solo leves rayos de luz de luna iluminaban su camino. Ella tropezó y en un segundo él pudo alcanzarla, se puso frente a ella y le robó un beso en una oscuridad casi total, la oscuridad de la noche, la oscuridad del cine, la oscuridad del universo; en aquel momento lo único que se escuchaba en el bosque eran los corazones uniéndose en fuertes latidos que en sus labios enlazaban dos vidas, dos historias, un amor.

Ella lo separó de su lado y cerró los ojos. En el profundo silencio que encerraba el bosque el solo preguntó:

<< ¿Por qué tus manos hoy me alejan,
si cuando estoy contigo congelan los segundos?
¿Por qué tu voz dice que no,
si tus labios y tus ojos reclaman libertad,
y cuando pestañeas se genera la noche más brillante,
y es aquí cuando podemos estar juntos?

¿Cómo quieres que le explique a mi corazón
que este amor no cabe en la razón?
¿Cómo pretendes que le diga a mi alma
que este sueño, que esta fantasía,
aunque ambos lo queremos,
no puede hacerse realidad?>>

Él le lloraba al aire, a la luna y a las estrellas, pero solo la miraba a ella. En medio de esta tristeza él sintió cuando, como con la misma fuerza que una ráfaga de viento, se acercó un hada, respiró junto a sus labios… el tenía en su mente, en su corazón y en su alma la imagen de su amada… el hada se acercó más a su boca y le robó un beso, él casi no entendió lo que pasaba a su alrededor, trataba de mirar las nubes, las estrellas, la luna, los árboles; pero solo la miraba a ella, solo miraba el rostro de su amada… poco a poco se acercó a sus ojos, miró dentro de la pupila y despertó con una lágrima en su mejilla. Fue la pesadilla más hermosa que pudo tener.

¿Por qué dices que no?

El corría tras ella en un espeso bosque. Solo leves rayos de luz de luna iluminaban su camino. Una y otra vez los árboles hacían desaparecer su silueta… pero él la encontraba… la encontraba detrás de una hoja, bajo la sombra de un árbol o la veía escabullirse por entre los troncos en ese espeso bosque. Muchos grillos cantaban esa noche, y el sonar del río acompañaba el caminar. Él se acercaba rápidamente, y en un instante estuvo tan cerca que casi pudo tocarla, pero solo alcanzó a aspirar su aroma.

Él sabía que ella estaba comprometida pero aún así quería mirarla de cerca, quería abrazarla, quería mirarla a los ojos, tener su mano mientras con un beso le decía que la amaba… él no solo quería llegar a sus labios… él quería llegar a su corazón.

El corría tras ella en un espeso bosque. Solo leves rayos de luz de luna iluminaban su camino. Ella tropezó y en un segundo él pudo alcanzarla, se puso frente a ella y le robó un beso en una oscuridad casi total, la oscuridad de la noche, la oscuridad del cine, la oscuridad del universo; en aquel momento lo único que se escuchaba en el bosque eran los corazones uniéndose en fuertes latidos que en sus labios enlazaban dos vidas, dos historias, un amor.

Ella lo separó de su lado y cerró los ojos. En el profundo silencio que encerraba el bosque el solo preguntó:

<< ¿Por qué tus manos hoy me alejan,
si cuando estoy contigo congelan los segundos?
¿Por qué tu voz dice que no,
si tus labios y tus ojos reclaman libertad,
y cuando pestañeas se genera la noche más brillante,
y es aquí cuando podemos estar juntos?

¿Cómo quieres que le explique a mi corazón
que este amor no cabe en la razón?
¿Cómo pretendes que le diga a mi alma
que este sueño, que esta fantasía,
aunque ambos lo queremos,
no puede hacerse realidad?>>

Él le lloraba al aire, a la luna y a las estrellas, pero solo la miraba a ella. En medio de esta tristeza él sintió cuando, como con la misma fuerza que una ráfaga de viento, se acercó un hada, respiró junto a sus labios… el tenía en su mente, en su corazón y en su alma la imagen de su amada… el hada se acercó más a su boca y le robó un beso, él casi no entendió lo que pasaba a su alrededor, trataba de mirar las nubes, las estrellas, la luna, los árboles; pero solo la miraba a ella, solo miraba el rostro de su amada… poco a poco se acercó a sus ojos, miró dentro de la pupila y despertó con una lágrima en su mejilla. Fue la pesadilla más hermosa que pudo tener.

Cuando me toca tu mirada

Lo siento musa inesperada
pero es imposible intentar no tocarte.
Tus mejillas producen debilidad
y tu mirada destruye mi ánimo,
tu sonrisa vuela por lo alto de mi mente
y tus manos acarician mi espíritu.

Lo siento musa inesperada
pero es imposible intentar no mirarte
si cuando miro tus labios desearía besarte
cuando miro tus ojos se despierta mi alma.
Cuando escucho tu voz, tu risa, tus ideas
no puedo más que callar y pensar en la eternidad
una eternidad sin tiempo, sin relojes, sin un tic tac,
un sin tiempo sin imágenes, sin personas, sin miradas,
una soledad solo acompañada por tu presencia
una soledad solo acompañada por tu voz
por tu sonrisa, por tus ideas…
una soledad sobre todo acompañada por tu mirada
tu mirada tan lejana y tan distante
tan profunda y tan serena
tan sencilla pero que lo dice todo
dice todo lo que desearía escuchar
dice todo lo que desearías callar…

lunes, mayo 18, 2009

Tiempos

que puedo decir de la vida
que puedo decir del amor
que puedo decir del pasado
que puedo decir del futuro
si yo solo vivo el hoy?

que puede decir el hombre
de estar estar aquí
que puede decir la humanidad
de su historia...
de lo que hemos hecho...
de lo que haremos...

por qué los principios
por qué los finales
por qué no simplemente
vivimos el hoy?
si tan solo el amor existiera
o si el estar enamorado
fuese la solición

si tan solo la felicidad llegara
o si el estar alegre
te diera una luz

por qué la vida no es la solución?
o por qué no creemos en la vida?
o será acaso que la vida no cree en nosotros?
y si es así por qué creemos nosotros en ella
y ponemos nuestras esperanzas en una vida posterior

Vacíos

cada soledad es diferente
cada vació es diferente
cada tristeza es diferente
cada corazon es diferente

tratas de llenar un vació
acompañar una soledad
alegrar una tristeza
armar un corazón

pero nunca consigues
por mas que lo intentas
encontrar una salida
a esa amargura que
ha acompañado tu alma
que ha acompañado tu vida

martes, febrero 17, 2009

Tu presencia

Basta tu mirada en un profundo silencio,

para que el tiempo se detenga

para que este corazón, vuelva a latir

para que las palabras, se pierdan en el aire.

Basta tu mirada en un profundo silencio,

para darse cuenta, que el amor existe

para darse cuenta, que se puede amar

para darse cuenta, que aún se puede ser feliz.


Basta tu mirada en un profundo silencio,

para encontrar en ti, el sentido de la vida

para encontrar en tus ojos, lo perfecto del amor.

Basta tu mirada en un profundo silencio,

para saber, que estoy vivo.

Pero es tu voz la que cautiva mi alma,

son tus manos las que encienden mi ser,

es tu sonrisa la que me da tranquilidad,

es tu presencia la que confirma mi felicidad,

y eres tu, quien me obliga a decir: Te Amo

lunes, enero 05, 2009

Memorias

Triste es el vacío del olvido
el recuerdo triste del pasado
el olvidado recuerdo del ayer.

Un ayer en el que su voz…
caminaba dulce por tu mente,
un ayer en el que su mirada…
detenía la furia de tu corazón.

Es triste el vacío del olvido,
porque al recordar ese ayer
olvidado en la memoria,
el recuerdo triste del pasado
no es lo que en un ayer
recordabas fue.

Nostalgia

Por qué el mundo no se detiene
los relojes paran su tic tac
y por un momento nos damos
el placer olvidado de vivir.

Por que el mundo no se detiene
y nos vemos obligados a olvidar
olvidar nuestro pasado, nuestro presente
y lentamente olvidamos nuestra vida.

Y esa imagen, ese aroma, eso olor
el recuerdo vivo de aquel amor,
o simplemente la suave
esencia de una mirada,
se pierden en una gris masa
en un negro pasado
en el triste destino del olvido.

Y luchamos por recordar,
y deseamos volver a vivir,
y buscamos ese lugar
que rescatamos del olvido
a esas personas, esos aromas
aquella voz, aquella mirada.

Dura es la lucha
por generar ese encuentro
ese pequeño instante
en el que por un momento
regresas a la infancia
o a esa noche en la que
una mirada marcó tu vida

Y nace la triste nostalgia
cuando esa persona, ese aroma
aquella voz, aquella mirada
ya no son lo mismo
ya no son lo que eran
dejaron de ser eso que tu amabas.

Y por un momento quisieras
que el mundo se detenga
y los relojes paren su tic tac.

Tic Tac

El tiempo vuela, los años pasan

una edad nos marca

una fecha, un día, un año

los minutos, los segundos

el tiempo ¿existen?


¿El tiempo vuela?

acaso tiene alas

y se eleva por el cielo

hasta alcanzar una estrella,

hasta alcanzarnos a nosotros,

y murmurarnos en el oído,

con un vacío tic tac,

que la cuenta regresiva empezó

que la vida se acaba, que en un pestañeo

dejaste la inocencia… que tal vez

la oportunidad de amar, reír y soñar;

ese corto instante de vida… ya pasó

y por ahora no nos queda más

que esperar que los próximos

fragmentos de eternidad

valgan la pena

y estén llenos de felicidad

porque aquel tic tac no se detiene

y como todos dicen... el tiempo vuela.