domingo, enero 16, 2011

cacería

una ilusión nació en medio del gran páramo, rodeada por otras tres ilusiones. las mayores la protegían para que crezca sana y fuerte, le llevaban pequeños sueños para que comiera, la abrazaban para que no tuviera frío, le enseñaron el idioma de las esperanzas, la sujetaron en sus primero pasos, escucharon sus dudas y le dijeron por dónde caminar y de quién cuidarse.

cuando la ilusión aún era una niña, salió a caminar con Gozo, una ilusión muy divertida, dieron un largo paseo por el páramo, hablaron sobre disfrutar de las cosas más pequeñas de la vida y rieron juntas largo rato; tiempo después, se sentó con Plenitud, la más grande y fuerte de todas, y aprendió a sentirse llena de sí misma y completamente realizada; antes de entrar en la adolescencia, caminó junto a Felicidad, admirada por su sabiduría, y se dio cuenta de la paz que puede llegar a tener si ha vivido, en su vida, todo lo que Gozo y Plenitud le enseñaron.

faltaba poco para que Amor emprendiera su viaje sola y vaya, por donde pasara, compartiendo lo aprendido. una noche, en la que todas las ilusiones dormían, los sentimientos jugaban a cazar sueños; lanzaban flechas por todas partes, pero era tan oscura la noche y los sueños se escondían tan bien, que prácticamente las flechas volaban sin destino fijo. varias chocaron en el refugio de las ilusiones, y una flecha lanzada al azar cayó en el corazón de Amor, ella despertó con el golpe, vio su sangre chorreando en el páramo y solo alcanzó a despedirse.