En la vida de todo ser humano
llega un momento en el que
no encontramos un sentido y
mucho menos una razón para vivir.
Porque cada día que pasa,
pasa, pero nada pasa.
Llegamos al punto en el que
decimos para que continuar
con nuestro sufrir,
generado por lo general
porque no encontramos
ese rumbo, ese sentido
y mucho menos
ese alguien a quien querer.
Queremos a quien no nos aprecia y no
valoramos a quien en serio nos da cariño,
pero peor aún tenemos la mirada fija en algo
que solo nosotros vemos, y muchas veces,
ese algo, lo hemos creado nosotros mismos.
Vemos algo valioso en quien no lo tiene;
creemos, nos dará alegría y felicidad
y que dolor tan fuerte, al ver y darnos cuenta,
de que todo termina cuando por un saber la
imagen que creamos se desvanecey todo llega a su fin.
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