Solo la luna acompaña mi soledad, la veo tan cerca que, siento, puedo tocarla, abrazarla, darle una caricia pero al intentarlo la ilusión desaparece con esa misma rapidez con la que la vida se destruye, tan rápido que no puedes siquiera sentirlo, al igual que al estar sentado junto a ese ser amado, estar junto a ella y sentirla tan cerca que puedes tocarla, darle una caricia y susurrarle al oído cuanto la has amado, pero esto no pertenece a esta realidad, y todo lo soñado se desvanece tal como si quisieras abrazar la luna, esa luna tan bella, tan deseada pero imposible de poseer o de sujetar, solo puedes mirarla y pensar que con eso basta , pero nunca fue así nunca fue y nunca será así.
Luego la pierdes por un instante y ves que todo el esfuerzo y las horas sentado junto a un inútil aparato tratando de encontrarla no han servido de nada y tienes en tu interior la sensación de haberlo perdido todo, y la ves irse, alejarse de tu lado en un adiós que te arranca el aliento, y con ella, alejándose, se desgarra una parte de ti, como se una parte de tu alma, una parte de tu vida se fuera con ella para sentirla cerca, para sentir por un momento que esa luna estará contigo y que esa luna también siente algo por ti, y por qué no soñar y pensar que ella también te amará algún día tanto como tu la amas hoy y la has amado por siempre y es por eso que aunque lo intente nunca he podido odiarte ni olvidarte ni dejar de buscar tu mirada en cada noche, en ese cielo gris en el que brillas en todo lo alto y tu luz cautiva y enamora y llena mi vida, y tu sonrisa llena mi alma y me llena de felicidad solo al poder decir que te amo.
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